Cómo presentar de forma segura un bebé a un gato por primera vez

gato gris y perro blanco y negro
Por Equipo de expertos en mascotas
Ultima Actualización: 30/9/2024Entre 2 y 4 minutos
Una pareja con un bebé y un gato

Tener un bebé es un momento emocionante, pero también es un gran cambio para toda la casa. Y esto, por supuesto, incluye a tu gato.

A los gatos les gusta la familiaridad y la previsibilidad en su rutina y en su entorno. Se vinculan tanto a su hogar como a su gente y no les gustan los cambios. Un bebé, y todo lo que viene con él, ¡es definitivamente un gran cambio! Así que aquí te damos algunos consejos sobre cómo asegurarte de que el primer encuentro del gato con el bebé suceda sin problemas. 

¿Cómo presentar un bebé recién nacido a un gato?

Saber cómo presentar tu bebé recién nacido a tu gato puede ser una tarea difícil, especialmente cuando no sabes por dónde empezar. Más aún si se trata de tu primer hijo, ya que hasta ahora tu gato no ha tenido que compartirte a ti y tu atención con nadie más, y todo es tan nuevo para él como para ti.

La buena noticia es que dispones de mucho tiempo desde que descubres que estás embarazada hasta que traes a tu bebé a casa, así que, con algo de planificación y preparación, puedes ir preparando poco a poco a tu gato para que acepte la nueva llegada e incluso acoja con agrado algunos de los cambios que traerá consigo.

Obtén más información sobre la socialización de los gatitos con nuestra guía útil.

Cuando se presenta un recién nacido a un gato, es útil dedicar algún tiempo a comprender por qué esto supone una agitación tan grande para el gato, ya que, solo cuando se pueden considerar las cosas desde su punto de vista, se puede ayudar a que se sienta feliz y seguro. El secreto para ayudar a tu gato a aceptar su nuevo papel de tío o tía felino es la preparación y hacer que todo lo posible le resulte familiar en pequeños pasos graduales.

A continuación, te mostramos algunas cosas que debes tener en cuenta a la hora de preparar a tu gato para la nueva llegada:

  • Aunque creemos que son los perros los que tienen el mejor sentido del olfato, los gatos también tienen una nariz excelente y usan los aromas para sentirse seguros y a salvo, a menudo más de lo que la mayoría de los dueños consideran. Frotan la cara en los objetos de la casa, y en nosotros, dejando su aroma en ellos para que sepan qué cosas son “suyas” o son conocidas por ellos, por lo que son “seguras”. Con un bebé viene toda una serie de cosas nuevas, como decorar la habitación del bebé, muebles nuevos, el cochecito, los juguetes, etc. Todos estos son desconocidos y, para tu gato, ¡no huelen bien!
  • Luego, por supuesto, está el propio bebé. Para un gato, un bebé no huele como ninguno de los humano que conoce. Huele a leche, toallitas para bebés y muchas otras cosas que tu gato no reconoce.
  • Además de que su olor es diferente, los bebés hacen algunos ruidos muy extraños, lo que puede ser preocupante para tu gato.
  • No es solo la seguridad ambiental de tu gato la que se ve afectada por un nuevo bebé, sino también su apego a ti. De repente, de la noche a la mañana, tu rutina ha cambiado y ya no estás tan disponible para pasar tiempo con tu gato como lo estabas, ya que te centras en las nuevas exigencias de la paternidad. Mientras que estarás ocupado/a con tu nuevo bebé, recuerda que tu gato todavía necesita tu amor y atención.
  • Empieza a tener en cuenta precauciones higiénicas básicas de sentido común y adquiere el hábito de inmediato, como lavarte las manos después de dar de comer a tu gato o limpiar las bandejas sanitarias, asegurarte de que los tratamientos antipulgas y antiparasitarios están al día antes de la llegada de tu bebé y encontrar formas de mantener la habitación del bebé como una zona prohibida para tu gato. 

Consejos de preparación para presentar un bebé recién nacido a tu gato antes de su llegada

Esta preparación asegurará que no haya cambios repentinos y estresantes en la rutina de tu gato y, cuando el bebé llegue a casa, es mucho más probable que lo acepte sin demasiados problemas. Hay muchas cosas que es probable que cambien para tu gato cuando llegue el nuevo miembro de la familia, tales como las siguientes:

  • Cuándo y dónde se alimenta.
  • Cuánta atención recibe de su dueño.
  • Y puede que también haya partes de la casa que el gato ya no pueda visitar.

Comienza a planear la habitación del bebé despacio y con calma

Empieza a agregar alguna decoración al dormitorio de tu bebé tan pronto como sea posible, para que los cambios en la casa sucedan gradualmente. Compra muebles y equipamiento de a uno a la vez, para que tu gato pueda familiarizarse con ellos en su propio tiempo.

Introduce nuevos aromas y sonidos

Trata de hacer que estas cosas nuevas tengan un “olor adecuado” frotando cuidadosamente una toalla suave o un paño por los lados de la cara de tu gato mientras se relaja contigo y luego frota ese paño alrededor de los muebles y el equipamiento del bebé.

Reproduce efectos de sonido de bebé muy tranquilos para que tu gato se acostumbre a oír los ruidos que vienen con un bebé.

Dale a tu gato su propio espacio

Asegúrate de que los platos de alimentación y la bandeja sanitaria de tu gato estén en un lugar tranquilo, fuera del alcance de un bebé que gatea, pero que sea fácilmente accesible. Si esto significa cambiarlos de lugar, hazlo mucho antes de que el bebé llegue a casa.

No olvides las necesidades de tu gato

Como durante unos meses no vas a estar tan disponible para tu mascota, piensa en formas de añadir estímulos a su vida que no te impliquen necesariamente a ti. Esto podría incluir darle diferentes alturas o texturas (una estructura para trepar o un árbol de actividades para gatos) para que pueda disfrutar de sus comportamientos naturales de trepar, así como darle un nuevo punto de vista para observar al bebé (pero sin estorbar), juguetes interactivos con dispensador de comida, postes rascadores adicionales para gatos y lugares para acceder a los marcos de las ventanas para que pueda observar el exterior. Todas estas cosas agregan interés a la vida de tu gato y también lo ayudan a desarrollar su confianza.

Piensa también en las oportunidades de alimentación enriquecida, desde esteras de alimentación hasta juguetes de dispensación de alimentos, todo lo que pueda hacer más interesante su vida.

Programa algo de tiempo en tu rutina para jugar con tu gato también, e intenta hacerlo en un momento en el que tu gato esté más activo, pero que el bebé probablemente esté durmiendo.

¿Puedo tener un gato y un bebé?

En teoría, puedes traer un gato a tu hogar si tienes un bebé, ¡pero ambos requieren mucho tiempo! Lo primero que debes preguntarte es si este es, realmente, el mejor momento para adoptar un gatito o un gato rescatado adulto, ya que ambos necesitarán mucha atención, especialmente en los primeros meses. La mayoría de los nuevos padres están bastante ocupados ya con el nuevo integrante humano, ¡como para siquiera contemplar un nuevo integrante felino también!

Es mucho mejor esperar un poco hasta que las exigencias de la paternidad sean más manejables y, si aún así lo deseas, pensar en incorporar un gato a tu vida.

Nuevo bebé: ¿debería traer un gatito o un gato adulto?

La primera decisión es si vas a adoptar un gatito o un gato adulto. Ambos tienen ventajas e inconvenientes.

En primer lugar, un gatito que se cría alrededor de niños pequeños probablemente crecerá siendo más tolerante con ellos y disfrutará de su compañía. Pero los gatitos son mucho trabajo y un gran compromiso. Un gato adulto puede dar menos trabajo, pero también puede ser menos tolerante con una familia joven y, a veces, ruidosa, y algunos centros de acogida no entregarán gatos a hogares con niños pequeños, por considerarlos demasiado estresantes. Otros verán a cada familia y cada gato como partes individuales y los emparejarán en consecuencia, así que puede que encuentres un gato rescatado que venga de una casa ajetreada y que pueda encajar perfectamente en tu vida.

Consejos sobre cómo prepararse para presentar tu bebé recién nacido a un gato

Una vez que hayas encontrado a tu nuevo compañero felino, prepárate y haz algunas compras antes de traerlo a casa.

Asegúrate de que tu gato tenga su propio espacio donde refugiarse

A los gatos les gusta tener muchos lugares diferentes para dormir, y saber cuánto espacio necesita tu gato es importante. Así que asegúrate de que tenga muchas opciones cerca de la familia, pero también en zonas más tranquilas cuando necesite un rato de silencio. El gato necesitará una “ruta de escape” para que, cuando la vida familiar se torne demasiado ruidosa o abrumadora, pueda irse a un lugar tranquilo. Las rejas de escalera en los portales son perfectas para esto, ya que el gato puede atravesarlas, ¡pero el bebé y los niños pequeños no!

Decide qué habitaciones de la casa van a estar fuera de alcance. Asegúrate de que esas puertas sean “a prueba de gatos”.

Elige un lugar tranquilo y seguro para sus estaciones de alimentación y baño

Decide dónde se alimentará tu gato. Debe estar lejos del ruido y las interrupciones, y en algún lugar al que tu bebé no tenga (o no tendrá) acceso.

Las bandejas sanitarias, si se utilizan, deben colocarse en un lugar tranquilo, con fácil acceso para tu gato, lejos de los platos de alimentación y en un lugar al que tus niños no tengan acceso (de nuevo, las rejas de escalera pueden ser de un valor incalculable aquí).

Asegúrate de satisfacer sus necesidades

Proporciónale cosas a las que pueda subirse y que pueda rasguñar, tanto para estimularse como para poder observar lo que ocurre desde una altura segura. En el caso de torres para gatos o estructuras de escalada/actividad, asegúrate de que están fijadas a la pared para que ni tu gato ni tu niño puedan derribarlas.

Supervisa las interacciones entre el gato y el niño

Mientras los niños sean pequeños, todas las interacciones entre el gato y tu niño deben ser supervisadas de cerca. La mayoría de los gatos serán levemente curiosos acerca de los bebés o simplemente querrán evitarlos. Pero los bebés y los niños pequeños pueden agarrarlos, y los gatos pueden arañarlos. Tú querrás evitar ambas cosas.

Enseña a los niños a ser amables con todas las mascotas

Una vez que el bebé tenga la edad suficiente para empezar a interesarse más por el gato, puedes enseñarle desde el principio a ser suave y tranquilo alrededor de tu gato para asegurarte de que crezcan juntos y se conviertan en mejores amigos.

La presentación entre gatos y bebés recién nacidos no tiene por qué ser un reto; siempre que te prepares y dispongas tu casa de la forma adecuada, puedes asegurarte de que las presentaciones sean lo más fluidas posible.

Ahora que ya sabes todo sobre cómo presentar un recién nacido a un gato, ¿por qué no echarle un vistazo a cómo enseñar a los niños a cuidar a los gatos y perros?

 

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