A medida que tu gato envejece, es posible que se vuelva menos activo y duerma más.
Aunque tu mascota esté en buena forma para su edad, es importante prestar atención a cualquier signo de artritis u otros problemas articulares, que pueden ser muy molestos.
La artritis en gatos es una enfermedad que se produce cuando las articulaciones envejecen de forma natural. El material del cartílago entre los huesos se deteriora y se vuelve menos flexible. Esto provoca que los huesos se froten, lo que provoca rigidez y dolor.
La artritis en gatos se produce cuando se dañan las articulaciones de tu gato, lo que provoca que moverse sea doloroso. Aunque es más común en gatos mayores, los felinos más jóvenes también pueden padecer artritis por una lesión o infección en la articulación.
El tipo más común de artritis en los gatos es la artrosis, que se produce como resultado del desgaste repetido de las articulaciones. También se puede desarrollar como resultado de una lesión anterior.
Los gatos que padecen problemas articulares como la artritis (también conocida como enfermedad articular degenerativa o EAD) pueden mostrar síntomas de cojera y tener dificultades para trepar o saltar a los muebles, asearse o acceder a la caja de arena.
Hay cuatro síntomas principales de la artritis en gatos a los que hay que prestar atención:
Si tu gato presenta síntomas de artritis, llévalo al veterinario para obtener un diagnóstico. Le realizará un minucioso examen clínico para comprobar si padece artritis felina, que consiste en mover la articulación para observar si hay rigidez, dolor o crujidos.
El veterinario también podría hacerle radiografías para comprobar si hay cambios en las articulaciones y los huesos de tu mascota, y para controlar la progresión general de la artritis de tu gato. Además, es posible que realice un análisis de sangre o de líquido articular para confirmar que el problema no se relaciona con una infección.
Aunque no existe una cura permanente para la artritis en gatos, puedes intentar ralentizar la progresión de la enfermedad y mejorar la calidad de vida de tu gato.
Los tratamientos pueden ayudar a reducir sus síntomas y el dolor asociado. Habla con tu veterinario sobre las posibles opciones de tratamiento, que pueden incluir los siguientes:
La primera consideración puede ser la dieta de tu gato. Esto es bueno a largo plazo, ya que puede ayudar a mejorar el movimiento y hacer que tu mascota sea más activa con el tiempo.
Pídele recomendaciones a tu veterinario, pero los gatos artríticos pueden beneficiarse del alimento para gatos sénior con minerales y vitamina D añadidos para favorecer unos huesos sanos y mejorar la movilidad.
Si tu gato tiene sobrepeso, puede empeorar su artritis, ya que ejerce presión sobre unas articulaciones ya dolorosas. La mejor manera de reducir su peso es con una dieta más saludable y ejercicio.
Consulta a tu veterinario antes de ejercitar a un gato con artritis; puede ayudarte a desarrollar una rutina de ejercicios adecuada. Debes evitar las actividades y los juegos muy intensos, ya que pueden hacer que la artritis se vuelva dolorosa para el gato.
Los medicamentos recetados, como antiinflamatorios y analgésicos, pueden ayudar a mejorar la calidad de vida de tu gato. Estos medicamentos ofrecen un alivio inmediato mientras se establece un plan de tratamiento a largo plazo.
Procura suministrar medicamentos recetados por un veterinario y específicamente diseñados para gatos. Los medicamentos para la artritis humana pueden ser tóxicos.
A veces, los suplementos articulares para gatos pueden ser eficaces en el tratamiento de la artritis. Entre ellos están los ácidos grasos esenciales, la glucosamina, el aceite de hígado de bacalao y la condroitina. Repetimos: no le des suplementos para consumo humano a tu gato.
Por lo general, una combinación de opciones es la forma más eficaz de ayudar con la artritis del gato, pero siempre es mejor consultar con tu veterinario para que te ayude a desarrollar un plan de tratamiento personalizado.
Si a tu gato le diagnosticaron problemas articulares o artritis felina, estas son algunas cosas que puedes hacer para facilitarle un poco la vida:
Los gatos con artritis pueden tener algunas necesidades especiales, pero con los cuidados y el tratamiento adecuados se puede minimizar su dolor y garantizar que se sigan sintiendo queridos.
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